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3 Casos de sanación con Energía Piramidal

3 Casos de
sanación con Energía Piramidal

Soy Antonio
Fornieles un español de 70 años, nacido a orillas del Mediterráneo en el norte
de África, residente en el campo en Uruguay.Hace 15 años me aparté del redil de
la medicina. Su dogma de fe acerca de cantidad de enfermedades incurables,
hereditarias y otras historias, es una falacia, una verdad a medias, que
depende en cada caso en particular. No hay enfermedades sino
enfermos. Sin dejar de reconocer los éxitos de su bondad en muchos casos,
especialmente en cirugía.
La
meditación trascendental, el control mental y energético, son importantes. Hace
7 años accedí a un sistema de sanación atribuido al Antiguo Egipto de unos 7.000 años de
antigüedad, compatible con otro tratamiento, pues es permanecer sentado, como
las esfinges faraónicas, con determinadas posiciones de pies y manos respecto
al Norte debajo de una pirámide.
Esta
aparente ESTUPIDEZ, puede en menos de 30 minutos sanar un problema de lumbalgia, por
ejemplo. La medicina lo denomina tratamiento analgésico, y lo combate a base de
antiinflamatorios que envenenan el cuerpo, y todo como esto, a base de
ingestión de medicamentos, que como mucho remiten el dolor, pero que no curan.
El yoga
egipcio tiene respuesta a infinidad de «enfermedades», que no es otra
cosa que desequilibrios de los órganos, que van deteriorando a otros en cadena.
Energía 
Pidamidal.
Primer Caso:
Las
hemorroides, afecta al 50% de los mayores de 50 años, según el Dr. Jané, es un
serio problema según la medicina, y muchos casos han de ser operados, tras un
largo proceso de molestias. Hace años las tuve en dos ocasiones, que se
manifestaron en el lado izquierdo y derecho, pero años ha, que no tengo
molestias.
Hoy
quiero contarles como sanarlas, con dos o tres sesiones de energioterapia
piramidal, en román paladino, yoga egipcio, o sanación con Energía Taquiónica, método que emplearon en
el Antiguo Egipto hace unos 7.000 años.
Su
verdadera procedencia ya no es para mi un misterio. Había un gran conocimiento, y experimentaban sobre el cuerpo humano, con la proyección de energías al punto preciso.
Llevo 8 años de práctica y meditación, mientras utilizo y experimento el sistema de sanación con el poder
de la Energía  Pidamidal. Ocho años de sanación, y en la actualidad, un más que notable rejuvenecimiento
a punto de los 71. Primero sanas, después viene rejuvenecer, en función de
otras acciones. «yofuiesteanciano.com», y «lasanacionintegralesposible.blogspot.com», y vídeos en YouTube dan una idea de mi proceso, y lo que es
posible para uno es posible para cualquiera, lo confirmo.
Energía 
Pidamidal.
Segundo  Caso:
En
Navidad de 2015 en Uruguay, mi hermano Salvador y su mujer  Rafi, que decidieron visitarnos, con los rápidos preparativos hubo un pequeño accidente. Frasys,
empleado del campo donde vivo, por un descuido se atrapó el dedo corazón de la
mano derecha entre 2 gruesos postes de eucaliptus colorado, el golpe le reventó
el dedo sobre la primera falange, y quedó morado en poco tiempo.
Cuando
me enteré, tenía el dedo vendado con un fuerte dolor, rígido. Como en un caso
anterior, lo invité a sentarse bajo la pirámide en la posición correspondiente,
y poco antes de media hora se levantó y se fue.
Volvió
al cabo de una hora para darme las gracias, y no acababa de entenderlo cómo la Energía  Pidamidal logro sanarlo, a través del sistema de sanación con Energía Taquiónica, a pesar de que lleva conmigo unos 2 años.
No solo
le había desaparecido el dolor y el morado, sino que se le había sellado la
herida y no salía líquido. Sinceramente, quedé sorprendido por la rapidez, ya
que conozco el sistema y sus «milagros». Tiene respuesta a muchísimas
«enfermedades», y llevamos varios casos, algunos de los cuales voy
describiendo en el blog, una vez comprobados los resultados. Hasta el momento
ha dado respuesta a todo, sin duda, en mayor o menor medida dependiendo de la
gravedad y tiempo (años) de arrastrarla.
Hay que
probar cuando la medicina no tiene respuestas al problema personal. No hay
enfermedades, sino enfermos. Hay que intentar curarse por otros medios, que los
hay. El nuestro, hasta ahora infalible.
Hay que
despertar consciencia.

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